El Coronavirus ha aparecido en nuestras vidas, de repente y sin esperarlo. Lo ha hecho de una forma devastadora, sembrando el pánico, poniendo en peligro nuestra salud y llevándose vidas por delante.
En este artículo no voy a abordar las causas del coronavirus, ni los síntomas, ni las consecuencias… de eso ya hay mucha información gracias a los expertos sanitarios que están dejándose la piel para salvarnos.
Mi intención es mostrar una visión diferente de lo que estamos viviendo e indagar en todo lo “positivo” que nos aporta está situación de alarma. No, no me he vuelto loca, si sigues leyendo comprobarás que el Coronavirus puede marcar un antes y un después en nuestras vidas.
El mundo lleva tiempo lanzándonos señales de que algo no va bien y los humanos no hacemos más que echar balones fuera, parece que no va con nosotros. Por otro lado, son muchos los que manifiestan ser cada vez más infelices y optan por adoptar hábitos de vida que no les llevan a alcanzar su felicidad.
Quizás ha llegado el momento de parar, reflexionar y aprender: aprender de la oportunidad que nos ofrece el Coronavirus. Porque, seguramente, si no nos obligaran a este confinamiento, seguiríamos llevando nuestras vidas al desastre.
Índice del artículo
¿Qué podemos aprender del Coronavirus?
Pues, aunque parezca una locura, dentro de todo lo malo que nos está trayendo el COVID-19, tenemos muchas cosas que aprender de él. Afianzar y aplicar estos aprendizajes a tu vida solo depende de ti.
¡Vamos allá!
Cambiar nuestro ritmo de vida.
El primer aprendizaje que me gustaría mostraros es que nuestro ritmo de vida puede parar. El Coronavirus, con su obligación de permanecer en casa el mayor tiempo posible, nos enseña que el cambio del ritmo de vida que tanto deseábamos sí es posible.
Vivíamos en un ciclo imparable en el que nuestro objetivo era ocupar cada vez más nuestra agenda y la de los más pequeños. Estábamos inmersos en una vida en la que disfrutarla significaba estar continuamente ocupados. Daba igual que fuese trabajando, practicando deporte, ir de compras, viajar… Lo importante era estar activos, haciendo cosas, lo que sea. Y si era fuera del hogar, mucho mejor.
Ahora mismo eso ha cambiado, no podemos salir de casa. Y eso, para muchos, es un gran problema por el cambio de vida radical al que les somete.
Por ello, el COVID-19 nos muestra otro ritmo de vida diferente, más pausada, más relajada. Con el Coronavirus aprenderemos que dentro de casa también hay vida y que estar con nosotros mismos también nos enriquece y mucho. No es necesario estar haciendo cosas sin parar para sentirte vivo.
Quizás, si paras a conocerte mejor a ti mismo/a, te sentirás más vivo/a que nunca.
Conectar con uno mismo y con nuestro alrededor más próximo.
Un poco al hilo de lo que decía anteriormente, la situación impuesta por el COVID-19 es una gran oportunidad para conectar con uno/a mismo/a y empezar a conocerse mejor. Es momento para pensar, reflexionar y mirar hacia adentro.
Te lo aconsejo, descubrirás cosas increíbles sobre ti que no sabías ni que existían.
Además, el confinamiento no te permite otra opción que estar dentro de tu hogar. Ese hogar del que de normal huyes para conocer el mundo. Pero ¿te has parado a mirar tu casa? ¿Realmente te gusta y te sientes bien en ella?
Pues es el momento perfecto para fijarte en aquello que te gusta y no te gusta tanto. Puedes hacer cambios en la decoración, en los muebles, puedes crear espacios (para leer, para escuchar música, para bailar, etc.)…
Por otro lado, algo que me parece muy importante, es conectar con las personas con las que convivimos. Nuestro anterior ritmo de vida, no nos dejaba tiempo para hacer fuertes los lazos con nuestros seres más queridos, sino todo lo contrario.
El encuentro en casa era el mínimo y en momentos en los que estábamos tan cansados de todo el intenso día que, en muchas ocasiones, quizás no habían ganas ni siquiera de hablar.
En consecuencia, quizás haya gente que ha llegado a tener la sensación de vivir con auténticos desconocidos.
Ahora, tendremos tiempo para dedicarles a nuestros/as hijos/as, parejas, padres, compañeros/as de piso, etc. Es el momento de escucharnos, comunicarnos, expresarnos, conocernos…
Es un buen momento, además, de compartir con la familia la reestructuración del hogar y la creación de espacios que antes os comentaba; de aprender a disfrutar de actividades juntos, pero también a respetar los momentos de soledad; para determinar normas, límites, derechos y obligaciones para una mejor y más sana convivencia.
Descubrir otras modalidades de trabajo. ¡La conciliación es posible!
Hasta hace pocos días, la única manera de trabajar realmente aceptada era la presencial. Esa en la que tienes que asistir a un centro de trabajo físico, a una hora de tu casa (con suerte un poco menos), con un horario fijo y totalmente inflexible, etc.
Como alternativa a esto, muchos hablaban del teletrabajo, una modalidad utópica, ideal, inalcanzable… rechazada por la gran mayoría por considerar que el trabajo desde casa es como estar de vacaciones. De hecho, estos días hemos visto a muchos “teletrabajando” desde la orilla de la playa. En fin…
Esta concepción es la consecuencia de un total desconocimiento de lo que es realmente el teletrabajo y de las grandes ventajas que aporta tanto a los/as trabajadores/as como a las propias empresas.
De hecho, muchos expertos afirman que esta modalidad, que es nueva para muchos, ha aparecido para quedarse. Ahora ya no es una opción más o menos, ahora el teletrabajo se ha convertido en una necesidad.
El gran problema es, como decía antes, su desconocimiento y que, tanto empresas como empleados, no saben qué es ni cómo hacerlo.
Sin embargo, el Coronavirus nos enseña que el teletrabajo no solamente es posible, sino que es la forma en la que muchas empresas van a poder resistir a este virus.
Y, por si fuera poco, van a salir a la luz todas las grandes ventajas de trabajar desde casa. Comprobaremos que, con una buena planificación y gestión del tiempo, el teletrabajo es una modalidad ideal para poder dedicar más tiempo y de más calidad a otras cosas importantes en nuestra vida diaria.
Por ejemplo, permite la conciliación ¿te parece poco? Es algo soñado por todos y estamos a punto de conseguirlo.
Por supuesto, no todos los trabajos son aptos para el teletrabajo, pero para aquellos puestos y empresas en los que sí es posible, gracias al COVID-19, experimentarán los grandes beneficios de trabajar desde casa.
Cuando pase la alarma y todo vuelva a la normalidad, el teletrabajo será una opción aceptada e, incluso, prioritaria. Así que, si apuestas por la implantación del teletrabajo en tu empresa, investiga y aprende más sobre el teletrabajo, aprende y fórmate para convertirte en el mejor teletrabajador/a y el éxito está asegurado.
Las nuevas tecnologías son necesarias para la educación.
Por fin ha salido a la luz la necesidad de educar con las nuevas tecnologías.
El Coronavirus nos da la razón, de una vez por todas, a los defensores de la inclusión de las nuevas tecnologías como un recurso más dentro del mundo educativo y del aula.
Ahora mismo me gustaría escuchar todas esas voces que durante tanto tiempo han desprestigiado y prohibido la utilización de dispositivos digitales en el aula. Me gustaría saber su opinión sobre la situación que estamos viviendo, sobre la falta de formación de los docentes sobre cómo seguir con la enseñanza sin poder asistir al aula.
La realidad es que la mayoría de los docentes están totalmente perdidos y, por muchos medios y recursos que se les faciliten, para llevar a cabo una docencia, educación o formación online es necesaria formación específica para los docentes y un mínimo de manejo de las herramientas digitales por parte de los/as alumnos/as.
Dicho esto, la aparición del virus y la situación que nos plantea, motivará a todos los implicados, tanto a docentes como alumnos, a descubrir y utilizar de la mejor manera posible la enseñanza en modalidad online. Y esto es algo que, como Pedagoga, celebro por todo lo alto.
Cuidar de los demás al igual que cuidamos de nosotros mismos.
Si preguntamos a cualquier persona si piensa en el bienestar de los demás como piensa en el suyo mismo, estoy segura que su respuesta será “sí”. Pero ¿es esto del todo verdad?
En la práctica, la mayoría de gente piensa en el bienestar del resto siempre y cuando tenga el suyo propio asegurado. Y no estoy cuestionando si esto está bien o mal, simplemente veo que el Coronavirus nos está aportando otra forma de pensar y actuar al respecto.
Aunque ahora mismo tenemos en España la obligación de permanecer en el hogar, muchos somos los que lo decidimos días antes.
Y esto no fue solamente por asegurar nuestra salud, sino por asegurar también la de los demás.
Este cambio de perspectiva significa que nuestro bienestar y el de los demás ya no están en diferentes posiciones, sino que se encuentran en el mismo nivel de preferencia y necesidad.
Y en este último aprendizaje me gustaría incluir a las personas mayores, a los padres/madres y abuelos/as que están ahí siempre dispuestos a ayudar a que la vida de los hijos/a y nietos/as sean mejores y más llevaderos.
El coronavirus los convierte en un grupo de atención y protección preferente. Y “gracias” a ello, han conseguido descargarse de tareas y responsabilidad diaria impuesta. Ahora ha cambiado el escenario, los jóvenes son los que se preocupan por los mayores, por su salud, por su seguridad y por que no les falte de nada.
Estamos aprendiendo que las personas que nos cuidan también necesitan ser cuidados, que las personas que nos hacen la vida más fácil también necesitan facilidades.
En definitiva, todos/as necesitamos de todos/as, sin prioridades, sin superioridades ni inferioridades, todos por igual.
Reflexiones finales…
El Coronavirus está siendo muy duro con el ser humano pero mientras decide desaparecer de nuestras vidas, podemos aprender de las señales que nos está lanzando.
Si logramos reflexionar y aprender de situaciones tan negativas y traumáticas como esta, sin duda alguna, saldremos muy reforzados y renovados.
No quiero despedirme sin lamentar todas las vidas que se está llevando el virus y sin agradecer enormemente a todos y cada uno de los sanitarios que se están jugando la vida para salvar la nuestra.
Un saludo a tod@s, muchos ánimos y mucha fuerza para superar al COVID-19.